LUISHELO

CHARLA. —Buff —Resopla el príncipe—, tardamos horas para entrar en este lugar. —Dijo el príncipe otra vez transformado en gato, caminando e inspeccionando la madriguera. —Nos hubiésemos lanzado de haber puesto de nuevo la red.—Dice May todavía bajando la escalera. —No tenía porque transformarse en gato de nuevo, alteza. —Dice Jim a un lado de la escalera esperando a May. —No seas tonto, ¿de qué otra forma me habrías podido traer hasta aquí, hechicero? —Al acabar de hablar los remolinos vuelven a aparecer, y unos segundos después también el chico pelirrojo. —Tiene razón. —Dice May de pie junto a Jim. Jim le frunce el ceño, pero ella se encoje de hombros ante esa expresión. —Bueno esto… —El príncipe mira la madriguera de arriba abajo—. Es horrible. Literalmente estoy rodeado de tierra y olores raros. —Se da vuelta hacia Jim y May—. Aunque los muebles se ven aceptables… excepto por esas dos camas —Apunta hacia las que ellos usaron antes— Están desordenadas, supongo que las